HIDROCEFALIA
La hidrocefalia es una enfermedad
que puede ser causada por una insuficiente absorción e hiperproducción del LCR, obstrucción del
sistema ventricular, estenosis del acueducto de Silvio, infecciones, tumores,
hemorragias cerebrales, predisposición genética, etc. Los principales síntomas son:
macrocefalia, cefalea, nauseas, vómitos, alteraciones de la presión
intracraneal, somnolencia e irritabilidad. Existen dos tipos: hidrocefalia comunicante,
se produce cuando el flujo del LCR se ve bloqueado a nivel del espacio
subaracnoideo y la absorción del mismo se ve alterada por infecciones o
hemorragias; hidrocefalia no comunicante, cuando el flujo del LCR se ve
bloqueado por la existencia de un obstáculo a nivel del sistema ventricular. El
tratamiento más adecuado es la derivación del LCR método quirúrgico que
consiste en un sistema de drenaje que tiene como fin llevar el exceso de LCR
que hay en el cráneo a otra zona del cuerpo donde es reabsorbido, los sitios
más comunes son el abdomen y el corazón.
La hidrocefalia es una patología
que se caracteriza por la acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en el
sistema ventricular cerebral lo que ocasiona un aumento en la presión
intracraneal; esta condición se manifiesta con un incremento considerable del
perímetro cefálico o macrocefalia.
El sistema nervioso central está conformado
por el encéfalo y la médula espinal; ambas estructuras están protegidas por
tres meninges: la duramadre es la externa que está en contacto con las partes óseas
del cráneo y la médula espinal; la piamadre es la más interna, está constituida
por tejido conjuntivo, es muy vascularizada y forma las telas coroideas, de
donde nacen los plexos coroideos; y la aracnoides que es la membrana intermedia
entre la duramadre y la piamadre, está constituida por dos hojas: una externa
en contacto con la duramadre y la hoja interna con la piamadre. Entre la lámina
externa e interna de la aracnoides se encuentra el espacio subaracnoideo; a
través de este espacio circula el líquido cefalorraquídeo.
En el cerebro existen cuatro
cavidades denominadas ventrículos cerebrales que se encuentran conectados entre
sí, constituyen el sistema ventricular por el cual circula el LCR. Los
ventrículos laterales son las cavidades más grandes y están situados a lo largo
de los hemisferios cerebrales a ambos
lados de la línea media en sentido antero posterior; se comunican con el
tercer ventrículo a través de los
agujeros de Monro. El tercer ventrículo es la cavidad intermedia y está situado
en la línea media debajo de los ventrículos laterales; se comunica con el
cuarto ventrículo por medio del acueducto de Silvio. El cuarto ventrículo o
inferior y está ubicado por delante del cerebelo, por detrás del bulbo y la
protuberancia; de éste sale el líquido cefalorraquídeo al espacio subaracnoideo
a través de los agujeros de Luschka y el agujero de Magendie y se continúa con
el conducto ependimario.
El líquido cefalorraquídeo es una
solución acuosa transparente que es producido en un 70% en los plexos coroideos;
fundamentalmente a nivel de los ventrículos laterales y del IV ventrículo, y en
un 30% en el epéndimo ventricular, acueducto de Silvio, superficie
subaracnoidea y parénquima cerebral y espinal;
a razón de 500 ml/día. Normalmente el líquido cefalorraquídeo se
reemplaza alrededor de cinco veces cada 24 horas.
El volumen de líquido
cefalorraquídeo varía de acuerdo a la edad; en el recién nacido es de 40 a 60
ml, en un niño es de 60 a 100 ml; adolescentes de 80 a 120 ml y en un adulto es
de 100 a 160 ml.
El líquido cefalorraquídeo cumple
funciones importantes como: la protección
mecánica del SNC debido a que actúa como cojín dentro de la bóveda
craneana; participa como medio de transporte de
nutrientes; y además compensa los cambios en el volumen de sangre
intracraneal, manteniendo una presión constante.
El líquido cefalorraquídeo
circula por los ventrículos cerebrales; de los cuales fluye alrededor del tallo
cerebral hacia las cisternas prepontina, ángulo pontocerebeloso y a la cisterna
magna; luego pasa al espacio subaracnoideo tanto craneal como espinal; el flujo
en este último es predominante hacia abajo y posterior a la médula; y hacia
arriba es anterior a la médula continuando hacia las cisternas basales, posteriormente
el LCR pasa a través de las vellosidades aracnoideas o granulaciones de
Pachioni donde es principalmente absorbido, desde el espacio subaracnoideo hacia la sangre venosa.
En conclusión la hidrocefalia es
una patología derivada de la acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en
el cerebro, lo que provoca un aumento de la presión intracraneal y su principal
característica es la macrocefalia o incremento del perímetro craneal. La
hidrocefalia tiene su origen en múltiples factores tanto congénitos como
adquiridos. Si no es tratada correctamente y a tiempo; puede causar daños
graves como: deterioro intelectual, disminución en el movimiento, y daño
neurológico en el peor de los casos. No solo se puede presentar en recién
nacidos, sino también en niños, adultos y ancianos.
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